• El arte, la gloria, la libertad se marchitan, pero la naturaleza siempre permanece bella. Lord Byron
  • La verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia. Sócrates
  • La belleza de las cosas existe en el espíritu del que las contempla. David Hume
  • De las nubes más negras, cae agua limpia y fecunda. Proverbio chino

domingo, 30 de agosto de 2009

Por el Valle de Liébana (Cantabria)

Que nadie piense que en el paro se puede disfrutar de unas vacaciones tan largas, el minisueldo al que uno tiene derecho no lo permite y es que, aparte de ir a Liébana, me ha tocado hacer de anfitriona y de cicerone por la ciudad durante unos cuántos días; familia obliga. Ese y no otro ha sido el motivo de mi tardanza en actualizar el blog.
He disfrutado en Liébana de un tiempo expléndido (a ver esas malas lenguas que dicen que llueve en Cantabria,:)).
He aprovechado para hacer, todos los días, senderismo por la mañana y por la tarde las visitas turísticas de rigor o simplemente descansar y pasear.
Acampada muy cerca de Fuente Dé, el paisaje que se abría ante mis ojos al levantarme era de postal, montañas verdes enmarcadas por la aridez de Picos de Europa.
Pueblos pequeños que aún conservan resquicios de viviendas antigüas, pajares, hórreos..., como Espinama, todo dentro de un entorno de tranquilidad. Eso sí, curvas y más curvas, carreteras estrechas que nos dieron un par de sustos, pero que merece la pena recorrer durante unos días.
Potes, centro neurálgico del valle con su casco antigüo y la Torre del Infantado, pero repleta de turismo, tanto que parecía que te encontrabas en una ciudad de costa.
Piasca y su antigüo monasterio, románico. "no fotos en el interior" Preciosos capiteles.
Mogrovejo, torre medieval y casonas muy bien conservadas.
En el desfiladero de la Hermida, Sta. Mª de Lebeña, románica, guarda en su interior una piedra con simbología celta.
Pasado el desfiladero, en Peñarrubia torre medieval de los Linares.
En Tama resulta muy interesante visitar el centro de visitantes de Sotama en las afueras dirección Panes.
Santo Toribio de Liébana. A las hora en punto se comienza la visita con un video en la pérgola del exterior del monasterio. Los devotos de Sto. Toribio podrán acercarse a orar y besar el trozo guardado de la Cruz de Cristo.
Frama, portada románica de su iglesia. Lo mejor aparcar en algún hueco junto a la carretera, internarse en el pueblo.....problema asegurado para maniobrar y salir.
Pendes. Pasado el pueblo y nada más llegar al collado interesantes castaños milenarios.
Fuente Dé, su atracción es pasear por las diversas rutas de su entorno o tomar el teleférico que en menos de cuatro minutos te eleva 800 metros para hacer rutas de montaña, ya dentro de Picos de Europa su zona Oriental.
Ahí subí. Terrible. Comienzan los viajes a las nueve de la mañana, llegué a las 9 y media y ya me dieron el 344. Conclusión, 40 minutos de espera para subir. Pero eso es tener suerte porque la gente que llegó a las once contaba que habían tardado ¡¡¡ tres horas !!!.
La aglomeración es tal que, o madrugas o pierdes todo el día.
Realizamos una de las rutas clásicas, Horcados Rojos. Relativamente dura tiene como compensación una fabulosa vista, si el día está claro, del Naranjo de Bulmes y el mar al fondo, hubo suerte. Son cuatro horas y media entre ida y vuelta. Después nos acercamos hasta el refugio de Aliva.
Media hora de espera para coger el teleférico de vuelta a la "llanura" y aún no había comenzado la aglomeración. Ya en Fuente Dé observé que estaban llamando para subir a los números de 1940 a 1980 ¡¡¡ vaya negocio esto del teleférico !!!; teniendo en cuenta los precios: 14 aurelios adultos, 7 aurelios niños.
Y como es obligado para los golosos, no podía volverme a casa sin comprar unos sobaos y unas corbatas, los no golosos compraron queso de Picón-Treviso y otras especialidades, para recordar en cada corte de cuchillo durante muchos días estas vacaciones.

2 comentarios:

Una mirada... dijo...

Preciosas imágenes, Esperanza. Los paisajes cántabros son un lujo para los sentidos; suerte tuviste de encontrar buen tiempo, porque, ciertamente, el chubasquero suele ser prenda obligada en Cantabria y Galicia.

Saludos.

Esperanza dijo...

Lo primero que metí en el equipaje fue un chubasquero y un paragüas, pero en honor a la verdad únicamente los usé una noche, vamos que nos dejó disfrutar plenamente del día.
Buen tiempo y buena temperatura, ciertamente hubo suerte