• El arte, la gloria, la libertad se marchitan, pero la naturaleza siempre permanece bella. Lord Byron
  • La verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia. Sócrates
  • La belleza de las cosas existe en el espíritu del que las contempla. David Hume
  • De las nubes más negras, cae agua limpia y fecunda. Proverbio chino

lunes, 31 de marzo de 2008

Sabinar del Arlanza

(Foto: desfiladero del arroyo Mayor) más fotos
Aunque el pronóstico del tiempo anunciaba lluvias al 80% de probabilidad, mi deseo de caminar por el campo es más fuerte que cualquier pensamiento racional.
En Espinosa de Cerrato tomamos el camino que conduce hasta la ermita de San Ginés y detrás de ella comienza la señalización de la ruta.
Nos adentramos en el sabinar, aunque al principio lo más impresionante eran los robles, grandiosos.
Tal vez la conversación o el entretenernos haciendo fotos, o tal vez que las señales estuvieran borradas, no lo sé, pero nos perdimos. Fue sencillo salir de allí. Nos situamos frente al alto de Cervera sabiendo que teníamos que salir al encuentro de la carretera que va a Ciruelos de Cervera. Al poco volvimos a dar con las señales. Cruzamos la carretera de Silos y tomamos el camino de la ermita de Talamanquilla. El resto de la ruta está muy bien señalizada.
Cuando estábamos a punto de culminar la ascensión al Alto El Picacho, arreció el viento y nos trajo consigo un buen chaparrón. Nos cobijamos repartidos por las sabinas, cada cuál como pudo.
A pesar de la inclemencia del tiempo me encaminé a la cumbre para buscar las marcas.
Sólo pude ver a mis pies la carretera de Silos. La lluvia era tan densa que no dejaba ver absolutamente nada del valle.
Me alegré de haber subido sola, pues ya había escuchado rumores de "deserción" sin haber llegado, aún, a la mitad de recorrido, y yo no estaba dispuesta a que la lluvia me fastidiara el día. Me limité a indicar cuál era la ruta a seguir sin hacer ningún otro tipo de comentario.
Empredimos la marcha. Paró la lluvia y llegamos a la ermita de Talamanquilla con un kilo de barro en cada bota.
Entramos, en la que creo sería antigüamente la casa del santero, y comimos resguardados de la, en aquel momento, fina lluvia y sobre todo del viento.
Era tanta la humedad que llevaba encima que ni el café bien caliente me hizo entrar en calor. LLevaba el gorro de lluvia empapado y el chamarro escurría el agua hacía mis pantalones que a esas alturas del día, estaban mojados. Por la mañana fui tan inteligente que olvidé coger el poncho y las polainas para el agua ( ¡¡¡¡ en casa estaban bien,!!!!) y encima dejé los guantes de montaña (¡¡bien!!, a esto se le llama ser inteligente). Me puse la bufanda, la braga envolviéndome las manos, el pasamontañas a modo de gorro tapándome las orejas y ni así entraba en calor. ¡ Qué mal!.
Reanudamos el camino. Frente a nosotros una subidita "interesante", temible cuando el estómago está lleno y el cerebro está más preocupado en la digestión que en el esfuerzo físico.
Pero mereció la pena al contemplar el paisaje. Pinares, sembrados, S. Carlos, Carazo y el cielo ¡ despejándose!.
Un breve paseo por aquella cornisa y la bajada hacia el Arroyo del Prado.
¡Bueno, bueno!, lo que teníamos frente a nosotros. Yo cuando lo ví me quedé pasmada. Fuerte subida, se me antoja que sobre un ángulo de 45º la pendiente no bajaba de 38º o 40º, con piedra suelta y en mi mente el mal recuerdo que me dejó la ascensión al Pico Valdosa.
Decidí quedarme la última. Estaría más cómoda. Desenganché mi "cuarta pierna" de la mochila, respiré profundo y me concentré en subir lo más rápidamente posible sin parar, sin mirar a nada que no fueran mis pies y buscando los laterales dónde había algo más de vegetación. Era problema mental, yo lo sabía; mi forma física está mejor que nunca y aquello no era para tanto. Eso mismo lo he subido, en otras ocasiones, pero pisando hierba.
A medio camino alcanzé a As., que se quejaba de cansancio. No quise hacerle caso para evitar desconcentrarme, pero la esperé; sin querer, al mirarla, volví la vista atrás, ¡ qué sudor frío!. Allí se quedó; volví a mi tarea que ya era bastante. ¡ Lo conseguí !. Me adentré unos 5 metros en el bosque y esperé a As.. Mientras tanto, y de manera inconsciente, me puse a pensar: después de aquello ¿ sería capaz de volver a intentar el Valdosa? Puede que sí; tal vez. Cuando se recuperó terminamos juntas el resto de la subida.
Una nueva bajada y entramos en el desfiladero del arroyo Mayor.
A tan sólo 2 kilómetros del final una nube negra bien cargada de granizo descargó sobre nosotros y nos volvimos a resguardar en las sabinas. Diez minutos y todo acabó.
Un total de 15 kilómetros muy bonitos.
Si no fuera por la lluvia ¿qué nos haría recordar esta salida?. Siempre tiene que ocurrir algo especial y hoy fue el tiempo. Pero disfrutamos y eso es lo importante.

lunes, 24 de marzo de 2008

Románico en el sur de Palencia

(Foto: Dueñas) más fotos
Al sur de la provincia de Palencia, varios pueblos conservan iglesias de estílo románico.
Villamuriel de Cerrato, Cevico Navero, Villaconancio, Castrillo de Onielo, Vertavillo y Valle de Cerrato.
Cada una de ellas posee algo particular y peculiar. Así, en Villamuriel de Cerrato su monumentalidad, una mezcla de fortaleza, iglesia........con influencia cisterciense; en Cevico Navero, su artesonado; en Villaconancio ábside al estilo románico catalán, (véase también este estilo en la iglesia de Palacios de Benaver-Burgos) en Vertavillo una interesante portada ( ahora mismo está en reconstrucción); en Castrillo de Onielo, bonitos capiteles; en Valle de Cerrato su portada.
En Dueñas una puerta de muralla bien conservada y la iglesia de Santa María con un tímpano de gótico temprano, detalles góticos en su interior, así como un pequeño museo.
El Monasterio de la Trapa, sólo pudimos visitar su iglesia y muy a oscuras por lo que no había manera de apreciarla en condiciones, como me hubiera gustado.
Y como Palencia pilla muy cerca y hace muchos años que la visité, me apetecía volver.
La catedral gótica, ya no me acordaba bien, pero me pareció sensacional, su calle Mayor con palacios barrocos y la iglesia de San Francisco, antiguo convento.
Como el último lugar en el que paramos fue Cevico Navero, nos olvidamos de la autovía y volvimos por la carretera comarcal dirección Palenzuela, y nuestra sorpresa fue que al llegar a Antiguedad vimos expuesto un avión Phantom .Estos "bichos" impresionana desde cerca. Es un monumento a los pilotos españoles. Curioso. Eso es lo bueno que tiene no viajar por las autovías, que a veces ves cosas originales y te puedes parar en cualquier momento.



domingo, 16 de marzo de 2008

El valle de Caderechas

Por la carretera de Villarcayo nos desviamos a Escobados de Arriba.
A la salida del pueblo tomamos a la izquierda el camino de tierra y en la bifurcación a la derecha.
Cuando se llega a una pequeña explanada, a nuestra derecha, se deja el coche y en ese punto comenzamos a la ruta.
Una pequeña ascensión y a nuestros pies todo el valle de Caderechas, como se puede ver en la foto. (más fotos)
Nuestro objetivo de hoy es bordear todo el valle desde las alturas y llegar casi al final de la cornisa que se ve en la foto. Calculamos unos 12 Km. ida y vuelta.
Ruta larga pero sencilla. La subida del principio, suave y corta, ha sido la única "dificultad" del recorrido. Luego, un buen paseo disfrutando del paisaje y la naturaleza. Encinas, robles, boj, sabina, enebro y pinos.
Comimos al final de la ruta resguardados del aire frío, observando: a nuestro pies el Valle de Valdivielso, al fondo de frente Tartales y a la derecha se podían ver las agujas de las rocas por dónde comienza la ruta de Los Tejos, el pueblo de Panizares.

martes, 11 de marzo de 2008

11 de Marzo del año XX



Acontecimientos importantes de este día:
Torquemada nombrado inquisidor de España. (1482)
Ramòn Cabrera (carlista) firma su adhesión al rey Alfonso XII ( 1875)
Se descubre en la comarca burgalesa de Tozo un yacimiento petrolífero de importancia similiar al de la Lora. (1966)
Adolfo Suárez (Presidente de Gobierno) aprueba amnistía total (1977).
Se inician los trámites para el ingreso de España en la OTAN. (1978)
Se publica la lista del sexto Gobierno de Felipe González (1991).
Atentado en Madrid , 192 víctimas (2004).
Falleció:
Alexander Fleming (descubridor de la penicilina) (1955)
Nació:
Harold Wilson (1916)
y la que firma este blog. (1.9 y tantos)
Aunque ya he sobrepasado con creces la mitad de mi vida ( no tengo ninguna duda de esto último), espero, y deseo, continuar durante bastantes años en la misma forma física y mental que estoy en estos momentos, para lo que pondré todo lo que esté de mi parte. Me doy la palabra a mí misma por la cuenta que me tiene.
Hoy será día de "escesos". Comenzará en la comida (cuidado con los pasteles que me comprais que sois un peligro y sabeis que me encantan) luego, después de salir de trabajar, habrá que salir un ratito a tomar algo con los amigos, que el domingo queda muy lejos para celebrarlo. Total, que llegaré demasiado tarde a casa para ser día laborable y encima mañana hay que volver al trabajo y el jefe no entiende de efemérides; se me pueden amontonan las letras y los números y puedo liarla parda.
Pero como un día es un día y nunca seré más joven que hoy, disfrutaré y viviré este momento por si acaso a otro año (espero que no) la pintan calva y no lo puedo hacer.

domingo, 9 de marzo de 2008

Desfiladero del Ura

Una pequeña ruta accesible tanto para los muy jóvenes como para los no tan jóvenes. (más fotos)
Una ruta para los niños: para que comiencen a cogerle aficción a esto de disfrutar de la naturaleza paseando por ella, (así comenzamos muchos) ; y para los mayores: para que no dejen del todo la afición que de jóvenes pudieron tener y que ahora no pueden disfrutar por carecer de la forma física que la edad les ha ido arrebatando.
Para todos ellos este pequeño paseo sin dificutad y de corta duración. Ida y vuelta se puede realizar perfectamente, en dos horas, sin prisas y con paradas.
Hay dos sendas. Saliendo de Ura, una por la derecha y otra por la izquierda. A mí, personalmente, me gusta más la de la izquierda, ahora bien, al ser una ruta circular se puede optar por ir por una y volver por la otra.
Nosotros la hicimos algo más complicada. (bueno, por decir algo).
Salimos de Ura por la izquierda y en Castroceniza cruzamos el puente pero volvimos por arriba.
Campos sembrados. Las Mamblas a la derecha y a nuestra espalda el Pico Valdosa y la Peña San Carlos.
Comimos refugiados del aire en un pequeño sabinar. Atravesando el campo comenzamos el descenso por una torrentera (eso parecía) y llegamos al camino que tomamos a la derecha para volver a Ura.

domingo, 2 de marzo de 2008

Los tejos milenarios

Hoy mi relato comienza por el final y con un único calificativo que engloba todo, que lo dice todo, "MARAVILLOSO". (más fotos)
Escondidos para el hombre han perdurado durante miles de años.
Grandiosos, espectaculares y alguno tan grande que, calculo yo, se necesitan más de 4 o 5 personas para rodearlo. Sus raíces sobresalen del suelo y son tan grandes que parecen troncos. Algunos tienen los troncos huecos y no se entiende, yo no lo entiendo, como es posible que puedan alimentar a las ramas.
Los mejores ejemplares están catalogados, bueno pienso que ese es el significado de la chapa que tienen colgada. Yo vi unos díez ejemplares, puede haber más, no lo sé.
Para los interesados en verlos les diré que es muy fácil encontrarlos. El camino es cómodo aunque con largas subidas que se pueden hacer interminables, todo depende de la forma física de cada uno.
En el pueblo de Panizares se toma el camino que parte de la iglesia. En la primera bifurcación tiramos a la izquierda y sin perder este camino ancho que discurre entre pinos y boj, llegaremos a un pilón cercado, ahí tomaremos la senda de la izquierda.
Encontraremos señalizaciones en los árboles pero no son las habituales en la rutas, por lo que, en un principio puede que no les prestemos atención, pero son totalmente válidas.
Ya desviados a la izquierda, el camino se estrecha y la ascención es más fuerte pero breve, luego la senda se suaviza y podremos disfrutar de una vegetación extraordinaria.
Pinos, boj, encina, sabina, carrasca......
Habremos pasado de 600 m. de altitud en Panizares a más de 1000 m. en la cumbre (si el altímetro no se ha vuelto a estropear, que no sería la primera vez que ocurriera).
Terminada totalmente la subida se destaca ante nosotros el anticlinal que se observa cuando viajamos por el desfiladero que hay antes de llegar a Trespaderne.
Al comenzar el descenso y cuando el bosque empieza a cerrarse ya tenemos que ir fijándonos. El primer tejo a la izquierda y el segundo de frente, y así seguiremos bajando rodeados de estos magníficos ejemplares, que comparten espacio con avellanos y hayas.
Los previsores que suelan viajar con coches de sobra, podrán desde aquí seguir bajando hasta alcanzar la carretera y volver a recoger el otro vehículo a Panizares. El resto volveremos por el mismo camino a nuestro punto de partida.
He vuelto entusiasmada porque, además, hemos comido subidos a los riscos y desde tan alto podíamos divisar el Valle de Tobalina, el Ebro camino de la Central Nuclear de Garoña y la Mesa de Oña.
Unas vistas espectaculares.
Volveré, no sé cuando, pero volveré.