• El arte, la gloria, la libertad se marchitan, pero la naturaleza siempre permanece bella. Lord Byron
  • La verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia. Sócrates
  • La belleza de las cosas existe en el espíritu del que las contempla. David Hume
  • De las nubes más negras, cae agua limpia y fecunda. Proverbio chino

martes, 23 de junio de 2009

Picos de Europa (zona leonesa)

Un fin de semana completo.
Salimos temprano de Burgos camino de Boca de Huérgano. En el hotel nos tenían preparados los bocatas de la comida que íbamos a necesitar en nuestra ruta de senderismo del sábado. Unos 15 Km. (marcada)
Llegamos a Burón y comenzamos a caminar por el valle de Mirva. Penetramos en el hayedo (lo siento por los leoneses, pero los hayedos de Burgos son mucho más bonitos) y antes de pasar el collado nos paramos a comer.
Unas espléndidas vistas que poco tienen que envidiar a esas imágenes que nos presentan del norte de Europa, la diferencia...... los árboles mucho más esbeltos de esos países.
Un largo decenso nos interna en el valle de Rabanal al final del cuál nos esperaba el autobús, puntual, para llevarnos hasta el Centro de Interpretación del parque.
Interesante la explicación. Por ejemplo aprendí (a mis años) qué era una egagrópila. Seguro que he visto muchas en mis salidas y seguro que las he confundido con las heces de algún animal de cuatro patas, a saber.
De retorno al hotel, la deseada ducha y un poco de tiempo libre antes de tomar una apetitosa cena.
El domingo nos hicieron madrugar para llevarnos a Tejerina.Una rápida visita al pueblo. En su tiempo tuvo su propia "central hidroeléctrica" y hace siglos, gracias a la trashumancia, fue un pueblo rico, (mejor leer todo ésto en páginas más expertas que la mía) . Es lo que yo entendí en la explicación que nos dieron en el parque.
Comenzamos la ruta del día por un sendero que nos llevó desde Tejerina de Prioro.
Esta vez atravesaremos un bosque de robles. Encontramos numerosas especies de setas. Pudimos ver, gracias a una ave rapáz que nos hizo el trabajo, un mirlo muy de cerca y observé la inmensa cantidad de plantas que nacen a ras de suelo en cualquier entorno y en las que jamás había reparado.Llegamos a Prioro justo para comer una estupenda paella, unas chuletillas de cordero, un flan casero como para morirte y un café de puchero. El que quiso se tomó su correspondiente copa.
Ya me había olvidado del sabor del café cocinado al estilo de antes, nada que ver con el de las maquinitas modernas.

1 comentario:

Una mirada... dijo...

En tus rutas andariegas habrás caminado junto a cientos de ovillos -egagrópilas-: Normalmente, y de no buscar conscientemente, no se suele reparar en ellas. Donde yo vivo fueron cruciales para descubrir la razón de la muerte de una buena cantidad de aves nocturnas.

Impresionante ruta y buena caminata.
No es de extrañar que, a su término, la gastronomía sea gloria bendita, incluído ese café de puchero.

Un saludo cordial.