No están los cuerpos para caminar. Un buen trancazo que me tiene muy floja ha hecho que nos decantemos por una salida de tipo turístico.
Nos adentramos en tierras vallisoletanas comenzando nuestro recorrido en Encinas de Esgueva y su castillo de los Aguilar (S.XIV).
Visitamos la torre del homenaje del castillo de Villafuerte de Esgueva recuperado por la asociación Amigos de los Castillos.
En Cogeces del Monte vimos el lugar etnológico dedicado al pastoreo, los chozos, las ovejas......
Por la carretera dirección Peñafiel nos paramos en el monasterio en ruinas de la Virgen de Armedilla del que no queda nada más que cuatro paredes pero aún se puede apreciar la enormidad de su templo que conserva dos o tres ménsulas. El pórtico, por lo visto, está en Valladolid y el tímpano en ¡¡ Kansas!! (lástima), el retablo (quiero recordar) está en Riaza.
Aunque en ocasiones anteriores ya habíamos visitado, nos dimos un paseo por las calles de Peñafiel, y nos volvimos a recrear en su plaza del Coso, la Iglesia de San Pablo con su ábside mudéjar y a su costado con una ampliación plateresca. No subimos al castillo por la hora que era.
Curiel de Duero, a pocos kilómetros de distancia, con su castillo restaurado y convertido en hotel, fue nuestro punto y final de la ruta.
1 comentario:
Pochita mía. ¡¡recupérate pronto!! :-* :-*
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