Las personas somos un mundo.
Disfrutamos haciendo lo que otros odian. Nos gustaría tener lo que otros detestan. Total que no estamos conformes con nuestra suerte.
¿A qué viene esto?. Pues viene a que el otro día estuve "vendimiando". Salimos al campo por lugares dónde abundan las viñas. Estaban todas vendimiadas, ya casi secas, pero aún con bastante uva. Pruebas una, pruebas otra y te dices a ti mismo "Qué buenas están".
Sacas la bolsa de plástico y la navaja, que acostumbras a llevar al monte por si encuentras setas, caracoles, moras, o cualquier otra cosa comestible y deseada por cualquier "urbanitas" que le gusta el monte y la naturaleza, y dices voy a coger unas pocas. Y lo disfrutas, y coges diez y comes veinte, y llegas a casa con el estómago lleno y la bolsa repleta como si en tu vida hubieras visto las uvas, toda orgullosa de tu hazaña. Y te saben mejor que nunca y las saboreas más que nunca y te dices : "el año que viene, por estas fechas hay que repetir".
2 comentarios:
Efectivamente asi somos los humanos.En una ocasion "hice la vendimia" esa vez por invitacion de unos amigos y claro, hice lo mismo que tu: me harté de uvas y me lleve a casa muchisimas mas....pense repetir la experiencia, pero luego lo olvidé
No, no, yo no lo olvido ningún año.
Llegando las fechas en las que sabemos que ya han terminado de vendimiar y que lo que queda en las parras ya no lo van a coger, entonces un domingo nos acercamos or allí. Aprovechamos para hacernos nuestra ruta de monte obligatoria pero a la vuelta disfrutamos como niños.....¡¡ es que tienen una pinta allí colgadas !! y qué sabor recién cogidas.
Que el año que viene repito, eso seguro.
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