• El arte, la gloria, la libertad se marchitan, pero la naturaleza siempre permanece bella. Lord Byron
  • La verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia. Sócrates
  • La belleza de las cosas existe en el espíritu del que las contempla. David Hume
  • De las nubes más negras, cae agua limpia y fecunda. Proverbio chino

miércoles, 13 de abril de 2011

Por Valdelateja


Hace mucho tiempo que quería subir a Sta. Centola y Sta. Elena, pero el camino es tan corto... había que completarlo con algo más.

Para ello, hoy, después de subir hasta la ermita, tocar la campana y recrearnos con las espectaculares vistas hemos tomado el camino, bien marcado, que está en Siero y que nos lleva hasta los sembrados del páramo. Sin ser demasiado suicidas, paseamos lo más cercanos posible al cortado durante un par de kilómetros dirección San Felices.

Al ver que se aproximaba la importante hora de la comida, comenzamos el descenso y tomamos la senda que sale desde Valdelateja paralela al Rudrón y que nos adentra en el cañón del Ebro.

Llegamos hasta la ermita y disfrutamos del bocadillo junto a su fuente.


El camino está tan transitado, que el asiduo Paul, no estaba nada a gusto; le intimidan los extraños y, encima, no le dejaban "pastorear" a sus anchas. Se cruzó con varios amigos de cuatro patas pero ninguno quería mantener relación alguna, intuyo que todos estaban muy ocupados controlando a "su rebaño".

En un momento de descuido, al volver, como ya se conocía el camino, allá dónde éste está muy cerca de la orilla del río, nuestro amigo se metió hasta la cabeza, pateó todo el barro y se restregó en él, luego, contento de su proeza se frotó en nuestros pantalones y nos salpicó hasta el pelo. Llegamos a casa como si el día hubiera sido lluvioso y los caminos hubieran estado enfangados.

Al final, unos 18 kilómetros en un día de temperatura muy agradable para caminar.

4 comentarios:

RosaMaría dijo...

Qué divertido! Me hubiera gustado verlo pues de imaginarlo ya me alegró la noche. La próxima la foto será para él. Beso.

Una mirada... dijo...

De esas santas me contaron que hay una leyenda que dice que si se pasa una tela humedecida sobre la roca en la que supuestamente fueron decapitadas, aquella toma un color rojizo. Supongo que se tratará de una roca arcillosa...

No están mal dieciocho kilómetros.

Saludos.

Esperanza dijo...

Rosa Mari, divertido ahora al recordarlo, pero en ese momento... para matarlo.
Besos

Esperanza dijo...

ÇMirada, las rocas de toda esa zona tienen un color rojizo alternado con otros matices por lo que supongo que algo de arcilla llevarán.
Pero dónde se encuentra asentada la ermita es una roca, mejor dicho, una piedra de un gris total.
Saludos