• El arte, la gloria, la libertad se marchitan, pero la naturaleza siempre permanece bella. Lord Byron
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  • La belleza de las cosas existe en el espíritu del que las contempla. David Hume
  • De las nubes más negras, cae agua limpia y fecunda. Proverbio chino

lunes, 25 de enero de 2010

¿ He perdido la costumbre?

(Foto: Chimeneas de las Hadas)
Digo yo que eso es lo que ha tenido la culpa.
Cuándo anoche miro el tiempo y veo que hacia el sur de la provincia no va a llover, pienso :"esta es la mía". Porque después de tantos fines de semana con un tiempo de perros, hoy por fin, en algún lugar de la provincia podía haber buen tiempo.
Nos hemos encaminado hacia el Monasterio de la Vid, desde dónde parte la ruta BU80 Valle de la Virgen del Monte.
La primera mala pata del día ha sido el despertador. No ha sonado. La pila ha palmado a las dos de la madrugada, con lo que me he levantado demasiado tarde y claro, ya no es cuestión a las 10 de la mañana, de ponerse a hacer unos filetes de bocadillo, con lo cuál he roto la sana costumbre y hemos salido con unas latas de sardinas en aceite.
T y C, que ayer no querían saber nada de salir, llaman cuándo yo aún no era persona y deciden acompañarnos.
La segunda mala pata fue cuándo, aún sabiendo en qué carretera está la Vid, a C. se le ocurre poner el GPS porque le va mal y quería probar. Con el aparato "ronco" tipo "aguardientoso", que se saltaba los radares, que no avisaba casi de nada aunque bien programado, para una vez que avisa, acabamos en Guma. Todo un caso.
Por fin, salimos desde la puerta del Monasterio, bordeando su muro y llevando el río siempre a nuestra izquierda, por cierto, tan caudaloso que había sobrepasado su cauce.
Pasamos junto a las primeras Chimeneas de las Adas y seguimos, seguimos, seguimos, porque claro, no veíamos las señales por ningún lado y pensábamos que ya aparecerían.
Pero aquello era mucho seguir, aún así nos internamos por una senda para subir al monte.
Las vistas, fabulosas, pero nosotros, totalmente perdidos.
Bajamos al valle por otra ladera. Al llegar al camino, el guarda, que se ve que nos había divisado a lo lejos, nos estaba esperando. Nos aconseja no andar por aquellos montes porque había montería. ¡¡ bien, buen día hemos elegido para todo !!.
Ya eran las tres, tocaba comer y lo hicimos bajo unas sabinas resguardados del aire.
Regresamos por el camino que habíamos traído, bien atentos por si veíamos las marcas que a la ida no fuimos capaces de encontrar, y.... ¡ casualidad !, a 20 metros de las primeras Chimeneas, hay un "camino" con una piedra semiescondida marcada que a la ida no la vimos por pillarnos de espaldas. Conclusión, algún listillo ha borrado, quitado o movido las señales. ¡ qué tipejo tan simpático!.
Volvimos por el camino que bordea el río.
Aunque no hemos hecho la ruta que deseábamos, teniendo en cuenta el tiempo que hemos estado andando, ha resultado ser más larga de lo que pensábamos hacerla. El personal (en esta ocasión no soy yo) no está entrenado después de tantos fines de semana de inactividad.
Y como Vadocondes está cerca, hemos visitado el pueblo.
Y con ésto se ha acabado un día, que desde la mañana ha resultado de lo más azaroso; eso sí, hay que volver en otra ocasión ahora que ya sabemos dónde está el camino que se interna en el monte.

3 comentarios:

Una mirada... dijo...

Azaroso día, sí, pero... ¿qué es una salida sin esos inconvenientes diseminados aquí y allí y que la convierten en toda una aventura...?

Me atraen esas chimeneas que trabajosamente ha conformado la Naturaleza (otra razón más para visitar, algún día, la provincia de Burgos); hace un tiempo, vi un documental sobre el Valle de las Chimeneas de las Hadas de Neveshir, en Turquía, que me encandiló.

Mis afectos.

Esperanza dijo...

Gracias Mirada por tu comentario porque gracias a él he descubierto, que por error de mecanografía, sí, sí, de mecanografía, he escrito hada sin "h" ¡¡ qué bochorno!!, procuro escribir lo mejor posible, en fin c'est la vie.
Saludos

Esperanza dijo...

Cambiada está la falta ortográfica.
Perdón de a todos.