La Mesa de Oña (el día de los disconformes)

(Foto: en la Mesa de Oña)

Comienza esta ruta en Oña.

Junto al lavadero tomamos la senda marcada de la izquierda que sin pérdida nos lleva hasta los pies de la Mesa.

Ahí hay que buscar los caminos que hacen los animales para subir. Una vez arriba nos dirigimos hacia los cortados desde dónde se pueden observar unas estupendas vistas de La Bureba. Lástima que el día no estuviera claro.

Bordeamos la cornisa hacia la derecha y llegamos hasta la caseta y la olla de la foto. Encontramos un mensaje en su interior (de Octubre), un boli (que no funcionaba por el frío) y una pintura (que se deshacía por la humedad). Nos apetecía dejar otro mensaje y hubo suerte: N. llevaba papel (algo humedecido) y "máquina de escribir". Así es que aunque nos quedó una chapuza, dejamos nuestra impronta.

Decidimos comer en el vallecito al abrigo del fuerte viento.

Bajar por la senda... ¡ bah! demasiado fácil para tanto acomplejado desde la niñez.

Hubo protestas viendo el panorama: aulagas y boj tan tupidos que no dejaban camino y encima, a algunos, nos llegaban a la cara. Hubo que ponerse los guantes gordos para poder agarrarse al boj, la braga hasta las orejas y así bien cubiertos comenzamos a meternos por aquel bosque cuesta abajo. Tuvimos que retroceder dos veces pues llegamos hasta los cortados. Al final nos salimos con la nuestra.

Después de comer las protestas arreciaron: nuevamente a atravesar monte.

- ¿Tan difícil es volver al camino y seguir la senda marcada?.

- Pero si por aquí se llega igual.... el camino tiene que estar ahí detrás. Seguro que atajamos un montón.

- ¿A que nos perdemos? ¡¡¡ que os estais liando!!! ¡¡¡qué manía de ir a la aventura!!!. Además ¿os habeis fijado bien? ¡¡¡ que por aquí no pasan ni las culebras!!!.

Y es que hubo un momento en el que no había manera de hacerse paso entre la vegetación y tuvimos que volver a taparnos hasta la coronilla para evitar arañazos. Llegamos a un abrevadero y ¡ oh, milagro! ¡ los gruñones se callaron!¡habíamos llegado a un camino marcado!. No era el que habíamos traído, pero lo importante era que estaba MARCADO.

La paz duró poco ya que el sentido de la orientación nos decía que estábamos desviándonos demasiado a la izquierda de Oña, por ese motivo en el segundo camino a la derecha que vimos marcado con una "X" enorme, nos metimos.

Arreciaron, aún más que antes las protestas pero les dió igual. Pero... cuando vieron... que el camino terminaba..... en un cortado.Bronca importante.

- ¡¡ Ya estamos como siempre !!!. ¡¡¡¡¡no hay manera de que escarmenteis!!!! ¡¡¡ y ahora qué!!!!

¡¡¡ mirar qué hora es !!!! (las 5, por aquello de que oscurece pronto) ¿¿¿¡¡¡¡ es que no hay manera de hacer una ruta con traquilidad!!??? ¡¡¡¿¿¿ para qué os ponen las señales si luego vais a hacer lo que os da la gana!!???. ¡¡ el próximo día vamos a traer un bote de pintura y haceis vuestras propias rutas, a vuestra manera, que vaya manera!!!. ( no estaría mal, pensamos, :):):):):) ).

Viendo a nuestro pies Oña echamos una ojeada a nuestro alrededor lo que nos hizo descubrir un sendero poco frecuentado y por allí bajamos. Y llegamos..... ¡ casi a la tapia del monasterio! ¡ a 200 mts. del final!.

Por fín. ¡Qué alivio no escuchar a tanto gruñón!.

El caso es que el balance, de todos, repito, de todos, fue que había sido una ruta muy bonita. Entonces , digo yo, ¡PARA QUÉ TANTO PROTESTAR TODO EL DIA!.